Hace unos meses atrás, el mundo recordó el cuarto aniversario del desastre ambiental más reciente causado por un derrame de crudo accidental. La explosión de Macondo, también llamado el derrame de crudo de BP, o El Incidente de Deepwater Horizon, es el nuevo jerga es el vocabulario de aquellos que están preocupados en estos incidentes. La última vez que todo el mundo se levantó y notó un derrame de crudo fue allá por 1989, cuando Exxon Valdez apareción en todos los noticieros y periódicos. Durante toda una generación, el incidente de Bligh Reef en Prince William Sound, Alaska, fue lo peor que pudo haber pasado. Pero con la explosión de Macondo sabemos que la industria del petróleo tiene mucho que mejorar en lo que se refiere a la prevención y limpieza de accidentes que aún no dejar de pasar.
Medias de seguridad estrictas son aún más importantes ahora
En la explicación oficial de la explosión en la plataforma petrolera, los expertos de British Petroleum revelaron que le metano presurizado del pozo petrolero se escapó de los agujeros y se prendió fuego en la superficie. Lo que fallaron en mecionar fue que si se hubieran seguido medidas de seguridad, esta explosión pudo haber sido prevenida. Las investigaciones subsecuentes también demostraron que la cubierta de cemento del pozo tenía fallas y BP, el dueño del pozo -una compañía llamada Transocean – fue culpada por esto. Después de muchas conversaciones, lo que queda es el hecho de que no se pueden comprometer las medidas de seguridad bajo ningún costo, especialmente con lo concierne a operaciones de alto riesgo como estas.
Necesitamos estar mejor preparados para enfrentar accidentes familiares
Aún despues de Exxon Valdez todavían no existen medidas adecuadas implementadas para contener y limpiar el el derrame que resultó de la explosión de Macondo. Los primeros dos días, mientras el pozo estaba en llamas, nadie supo, o se preocupó, por el hecho de que grandes cantidades de crudo se estaban fugando del pozo hundido. Fue solo cuando se extinguió el fuego que los noticieros captaron el crudo que se escapó hacia la superficie a una tasa de 9,000 galones al día, que sorprendió incluso a los expertos. La mayoría de los métodos utilizados para la limpieza de crudo fueron como mucho "experimentales", y es seguro que dejaron efectos duraderos. Por ejemplo, la cantidad utilizada del dispersante Corexit, utilizada para dispersar las capas de crudo, se ha encontrado que incrementó la toxicidad del agua afectada en un 52%.
Nunca se termina
En septiembre del 2010, el poco petrolero de Macondo se declaró efectivamente "muerto". Sin embargo, el crudo continuó escapándose y los últimos reportes de una capa de crudo fueron hechos en el 2013. La vida silvestre de la región del Golfo también ha sufrido efectos duraderos con tortugas varadas y delfines enfermos llegando a los tabloides uno que otro día. Cuatro años después, aún es una batalla y para la vida silvestre en la región la pesadilla aún no termina. Ahora entendemos que la limpieza de derrames es una tarea que continúa aún después de que el último skimmer hizo su trabajo. La naturaleza se repondrá eventualmente, pero como humanos responsables, es nuestro deber limpiar nuestro desastre y darle a la naturaleza una oportunidad para pelear.